10 “SECRETOS” DE LA COMPRESORA DENTAL

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Autor
Jaime Otero Injoque
www.odontomarketing.com


Introducción:


El pionero en utilizar el compresor de aire en odontología fue el Dr. George F. Green, un dentista estadounidense que en 1870 implementó el uso de aire comprimido para accionar instrumentos dentales. Ello se dio con el auge de los instrumentos rotatorios accionados por aire presurizado en otras industrias lo que revolucionó la práctica dental al permitir a los dentistas realizar mejores procedimientos con mayor rapidez, menor esfuerzo físico y más comodidad para el paciente.

A partir de 1950, el compresor dental se difundió con mayor velocidad y actualmente, es considerado como el “pulmón” del centro dental, ya que brinda el aire comprimido necesario para la gran mayoría de procedimientos que el dentista realiza. Por ello, la cantidad y la calidad del aire presurizado que se maneja en el ámbito de la salud bucal, es básico para la garantía del servicio dental, la seguridad de los pacientes y colaboradores y la eficiencia de los procesos de la empresa odontológica.

En el rubro de la odontología, el aire comprimido debe ser estéril y seco y carecer de olor, sabor, partículas sólidas, aceite, microorganismos u otros contaminantes. Un aire comprimido que no cumple con los estándares internacionales, puede contener partículas de polvo, humedad, lubricante o incluso microorganismos, que afectarían la calidad del servicio dental.

Es así que la compresora dental se constituye como un equipo de importancia medular en el centro odontológico y su selección, instalación, uso y mantenimiento deben considerar una serie de factores que no siempre son de dominio del común de los profesionales de la salud bucal. En la práctica, se evidencian una serie de dudas e inconvenientes a la hora de adquirir, usar y mantener la compresora odontológica, por lo que el presente artículo describe los principales problemas potenciales vinculados con el mal manejo del mencionado equipo odontológico y la línea de aire comprimido.


CONTENIDOS

1. ¿Qué es una compresora y para qué sirve?
2. ¿Por qué es importante la compresora del consultorio dental?
3. ¿Cómo garantizar un suficiente volumen de aire comprimido?
4. ¿Qué criterios aplicar para evaluar la calidad de aire del consultorio odontológico?
5. ¿Qué problemas generan las compresoras ruidosas?
6. ¿Dónde ubicar la compresora dental?
7. ¿Qué hay del aceite de los compresores?
8. ¿La succión funciona con la compresora dental?
9. ¿Qué es el purgado de la compresora dental?
10. ¿Cómo rentabilizar la inversión en la compresora dental?



1. ¿Qué es una compresora y para qué sirve?

Un compresor de aire es, básicamente, una máquina que genera, dosifica y moviliza aire presurizado. A continuación, se detallan de forma simple sus principales componentes (partes) y funcionamiento típico:

  • Motor: transforma energía (casi siempre) eléctrica, en energía mecánica
  • Cabezal: comprime el aire proveniente del medio ambiente, gracias a la energía mecánica que aporta el motor para movilizar a alta velocidad un pistón dentro de un cilindro
  • Tanque: almacena el aire comprimido que genera el cabezal
  • Presostato: enciende o apaga el motor de acuerdo a la presión de aire que se disponga en el sistema, funcionando como un interruptor eléctrico que activa y desactiva los ciclos de producción de aire comprimido para mantener los niveles óptimos de presión
  • Manómetro: muestra la presión de aire del tanque (sistema), permitiendo un monitoreo de la eficiencia de las instalaciones de aire comprimido
  • Válvula de seguridad: abre automáticamente el sistema de aire comprimido si la presión del tanque de almacenamiento excede el nivel seguro, evitando accidentes y el deterioro de las instalaciones y equipos
  • Válvula de purga: libera el aire y el agua condensada dentro del tanque, propiciando su limpieza y previniendo la acumulación de humedad que podría corroer o generar problemas de funcionamiento
  • Filtros: mejoran la calidad del aire comprimido, procurando la eliminación de contaminantes de diversa índole
  • Conexiones: conducen el aire comprimido a través de la línea de aire, que funciona como un circuito cerrado de llaves, tubos, cañerías, mangueras y conexiones, que trasladan el aire comprimido para su aprovechamiento y uso.

Los primeros compresores de aire fueron desarrollados en el siglo XIX durante la Revolución Industrial, siendo George Medhurst y C. H. Taylor los principales pioneros en el campo. Actualmente, las compresoras de aire se emplean para múltiples propósitos y en diferentes industrias, como se detalla en la siguiente lista de ejemplos de sus múltiples usos:

  • movilizar el gas que enfría un frigorífico o heladera
  • dotar de un adecuado nivel de aire a los neumáticos de una diversidad de vehículos
  • realizar limpieza industrial y hospitalaria
  • accionar distintas herramientas neumáticas
  • pintar con soplete o aerógrafo
  • movilizar bandas y cintas transportadoras
  • permitir el uso de los instrumentos de alta rotación que se emplean en odontología

Existen varios tipos de compresoras: Las compresoras de pistón utilizan un pistón que se mueve hacia arriba y hacia abajo dentro de un cilindro para comprimir el aire, siendo adecuadas para aplicaciones de bajo a mediano caudal. Las compresoras de tornillo tienen dos rotores que giran en direcciones opuestas para comprimir el aire de manera continua, y son ideales para aplicaciones de alto caudal. Las compresoras de diafragma utilizan un diafragma flexible que se mueve para comprimir el aire, proporcionando un flujo de aire limpio y libre de aceite. Las compresoras de paletas tienen un rotor con paletas que se deslizan dentro de una carcasa para comprimir el aire, ofreciendo una operación suave y silenciosa. Finalmente, las compresoras centrífugas utilizan un rotor a alta velocidad para generar una fuerza centrífuga que comprime el aire, siendo adecuadas para aplicaciones industriales con grandes volúmenes de aire. Cada tipo tiene sus ventajas y es elegido según las necesidades específicas de la aplicación.

Debido a su amplitud y variedad de aplicaciones, existe en el mercado una abundante gama de opciones de compresoras de aire y a la vez, se pueden reconocer marcadas diferencias entre sus especificaciones y detalles de sus componentes. Ciertamente, en el campo dental existen variados criterios fundamentales que se deben tomar en cuenta y respetar al comprar, utilizar y dar mantenimiento a la compresora. Por ello, básicamente no se debería usar “cualquier compresora” en el centro dental.


2. ¿Por qué es importante la compresora del consultorio dental?

La gran mayoría de procedimientos odontológicos de examen, diagnóstico, prevención, restauración, rehabilitación y cirugía que realiza rutinariamente el dentista, implican el uso de distintos equipos que requieren obligatoriamente de aire comprimido para su funcionamiento.

Dentro de ellos, podemos identificar los siguientes ejemplos:

  • turbina dental (pieza dental de alta velocidad)
  • micromotor y contraángulo odontológico (pieza dental de baja velocidad)
  • jeringa triple dental (aire comprimido, agua y spray)
  • suctor de fluidos
  • salida de aire para el secado de radiografías analógicas
  • salida de aire para el secado de impresiones
  • equipos de laboratorio

Claramente, las particularidades tecnológicas y científicas de la Odontología, implican una serie de consideraciones específicas que se constituyen como requisitos básicos de calidad para la gestión del aire comprimido en el rubro.


3. ¿Cómo garantizar un suficiente volumen de aire comprimido?

Para ofrecer una atención dental continua, se debe garantizar que la producción y la conducción del aire comprimido sean mayores que la cantidad empleada. El volumen de aire necesario es el criterio básico para elegir la potencia del motor y el tamaño del tanque de la compresora odontológica.

La cantidad de aire comprimido que se utiliza en un centro dental, varía de acuerdo a distintos factores, como: el número de sillones, cantidad y duración de las citas, flujo de pacientes, tipo de procedimientos dentales, protocolos clínicos, uso de suctores (de funcionar estos con aire comprimido), entre otros.

Así, podríamos estimar que el volumen total de aire necesario por sillón dental puede oscilar entre 100 a 150 litros/minuto, considerando los siguientes valores:

  • Piezas de mano de alta velocidad: 50-70 litros/min.
  • Piezas de mano de baja velocidad: 40-60 litros/min.
  • Jeringa triple (aire/agua): 20-30 litros/min.
  • Eyector de saliva: 30-40 litros/min.

En términos generales, se requiere una potencia mínima de 1 HP (caballo de fuerza) para el motor de la compresora, por cada unidad dental que se vaya a utilizar. Si se fuera a dotar de aire a varias unidades dentales, se puede emplear una compresora de mayor capacidad o la combinación de varias de menor tamaño, considerando que cuanto mayor el volumen del tanque, menor cantidad de ciclos de generación de aire comprimido. Es importante tomar en cuenta la siguiente recomendación:

Cantidad de sillones dentalesPotencia del motor (HP)Capacidad del tanque (litros)
1 a 21 HP20 – 40 litros
3 a 42 HP50 – 100 litros
Más de 43 HP o más100 – 150 litros

Para brindar un adecuado servicio al paciente, es también crucial prevenir interrupciones en el flujo constante de aire comprimido en el centro dental. Debido a ello, es apropiado disponer de una compresora de repuesto, frente a una falla imprevista o la necesidad de interrumpir su uso debido a un mantenimiento preventivo o correctivo. En dicha línea, en aquellas localidades en las que se dan cortes del fluido eléctrico, es recomendable contar complementariamente con un generador de energía, para dar continuidad a la labor,

A la vez, es también crítico que la presión del aire del sistema no exceda la capacidad de los equipos que se encuentran en la unidad dental, como las piezas de alta y baja velocidad. Para evitar su deterioro o falla, es imprescindible que todo el sistema de flujo de aire no exceda el límite adecuado para cualquier rotatorio o terminal que se conecte. Aunque los rotatorios periféricos suelen disponer de mecanismos de seguridad y control en dicho sentido, es también obligatorio regular la compresora dental siguiendo dichos valores y criterios.


4. ¿Qué criterios aplicar para evaluar la calidad de aire del consultorio odontológico?

Debido a la crucial implicancia que tiene el aire de uso odontológico en la salud del paciente y en los resultados del tratamiento odontológico, se entiende que el aire comprimido que emplea el dentista debe ser absolutamente limpio y estar libre de microorganismos, agua, aceite u otros contaminantes. Cualquier impureza presente en el aire comprimido tiene la potencialidad de contaminar progresivamente… tanto el tanque de la compresora y las conexiones de aire, como los terminales y llegar el campo operatorio generando diversos riesgos y daños durante la atención que se brinda al paciente.

La contaminación del aire comprimido en el consultorio dental puede generar olores y sabores no deseados, romper la cadena de bioseguridad, complicar la cicatrización de heridas, interferir con la adhesión de los materiales dentales, etc. Solucionar la contaminación de las conexiones de aire es realmente un reto y de ser el caso, suele requerir nuevas conexiones.

La Norma ISO 8573 es el estándar internacional para la calidad del aire comprimido, estableciendo las categorías y medición de las cantidades permisibles de partículas sólidas, agua / humedad y aceite en el aire comprimido, que se muestran a continuación:

ClasePartículas Sólidas (µm)Contenido de Agua (punto de rocío)**Contenido de Aceite (mg/m³)
0A especificar por el usuarioA especificar por el usuarioA especificar por el usuario
1≤ 0.1 µm≤ -70 °C (0.003 g/m³)≤ 0.01 mg/m³
2≤ 1 µm≤ -40 °C (0.12 g/m³)≤ 0.1 mg/m³
3≤ 5 µm≤ -20 °C (0.88 g/m³)≤ 1 mg/m³
4≤ 15 µm≤ 3 °C (6 g/m³)≤ 5 mg/m³

Para el entorno odontológico, se recomienda no superar la Clase 1 para dichos factores y a la vez, asegurar un aire comprimido libre de bacterias, hongos y esporas. Para ello, la tecnología disponible para la medición de los valores incluye:

  • Monitor de partículas: contador de partículas portátiles o sistemas de monitoreo integrados en la tubería
  • Medición del punto de rocío: medidor de punto de rocío (cantidad de vapor de agua presente en el aire comprimido) o sensores de punto de rocío capacitivos
  • Monitores de aceite: absorción infrarroja o detección de neblina de aceite
  • Pruebas microbiológicas a filtros


5. ¿Qué problemas generan las compresoras ruidosas?

En términos generales, no se deberían usar compresoras ruidosas en odontología. Sin embargo, muchas de las compresoras genéricas disponibles en el mercado son más accesibles económicamente, por lo que es frecuente encontrar el uso de compresoras medianamente o altamente ruidosas en el rubro. Al respecto, las compresoras dentales se clasifican según lo detallado a continuación:

ClasificaciónNivel de ruido (dB)Uso recomendado
UltrasilenciosaMenos de 40 dBConsultorios pequeños o salas de tratamiento individual
Muy silenciosa40 – 50 dBCentros que buscan equilibrio entre potencia y confort auditivo
Silenciosa50 – 60 dBCentros dentales medianos
Moderadamente ruidosa60 – 70 dBCentros dentales grandes
Ruidosa70 – 80 dBCentros grandes con área especial
Muy ruidosaMás de 80 dBIndustriales, no recomendable para dental

Son variados los efectos negativos del ruido que generan las compresoras, sobre todo si estas se ubican cerca a la estancia o la circulación de los pacientes y/o colaboradores, Por ejemplo, el ruido de una compresora podría interrumpir la comunicación entre compañeros de trabajo y/o pacientes, distraer al paciente, contribuir con la ansiedad dental o la odontofobia… o incluso, generar contaminación sonora en los ambientes del centro dental y acrecentar el riesgo de sordera por ruido.


6. ¿Dónde ubicar la compresora dental?

Primero, se debe evidenciar que cuanto más lejos se ubique la compresora, más dinero se deberá destinar para instalar y dar mantenimiento al sistema de flujo de aire comprimido del centro dental y ocasionalmente, menor monitoreo se tendrá sobre su funcionamiento diario.

A la vez, es necesario considerar que la calidad del aire comprimido depende del aire que el motor de la compresora toma como insumo del medio ambiente. Por ello, es obligatorio asegurar que la compresora dental se ubique en un ambiente que disponga de un flujo continuo de aire limpio y libre de contaminantes externos. Sin embargo, dicho precepto se cuestiona directamente al aislarla indebidamente, procurando reducir el impacto negativo de una compresora ruidosa, evitar que se ensucie o deteriore la compresora, reducir el impacto visual negativo, para aprovechar un espacio, etc.

Y es que la frecuente práctica de colocar la compresora dental en un armario, caja, baño, etc. completamente cerrado o incluso, la adquisición de diferentes tipos de cajas acústicas, muebles y módulos disponibles para “aislar” la compresora implica un severo error, dado que el motor produce calor y contaminantes, que no de circular pueden generar recalentamiento contraproducente para la eficiencia energética del equipo y la calidad del aire.

También es pertinente considerar, al elegir la ubicación del compresor odontológico:

  • evitar el aire contaminado, como podría ser el caso de baños, cuartos de basura, depósitos, etc.
  • no molestar o incomodar a terceras personas: ser un vecino molesto no ayudará al progreso sostenible de la empresa dental


7. ¿Qué hay del aceite de los compresores?

El movimiento recurrente de las piezas del motor de la compresora genera una frición normal, que con el tiempo ocasiona el desgaste interno del equipo. Por ello, la mayoría de motores habitualmente utilizan aceite como lubricante, siendo que también existen compresoras más sofisticadas y costosas, que no requieren aceite para su uso.

La elección correcta en el centro dental, es una compresora libre de aceite, ya que el uso de aceite puede llegar a contaminar el tanque, las conexiones y las terminales de aire comprimido, lo que claramente sería una mala práctica. De ser el caso que se opte por una compresora que funcione con aceite, es obligatorio instalar un filtro de aceite y realizar el mantenimiento preventivo periódico del mismo, siguiendo las directivas del fabricante y las buenas prácticas internacionales.


8. ¿La succión funciona con la compresora dental?

En el campo dental, se ha usado por décadas el aire comprimido de la compresora también para activar los sistemas de succión de saliva y fluidos tan empleados en la atención odontológica, Sin embargo, al analizar el sentido del flujo del sistema de aire comprimido se verifica que va de la compresora hacia los terminales y que es contrario a lo requiere el sistema de succión. Dada la lógica de su funcionamiento, dicho mecanismo resulta ineficiente, prolongando las horas de uso y reduciendo el tiempo de vida útil de la compresora.

A la vez, la succión puede contaminar potencialmente la línea de aire del centro dental. Por ello, en las últimas décadas se vienen evidenciando buenas razones para preferir la incorporación de una bomba de vacío, como un equipo odontológico adicional a los clásicos y la subsecuente instalación de una línea de succión independiente a la línea de aire del establecimiento.


9. ¿Qué es el purgado de la compresora dental?

Según lo señalado, el compresor dental comprime el aire que capta del medio ambiente. Por ello, si la práctica dental se establece en una localidad con clima húmedo o muy húmedo, se debe tomar en cuenta que el aire comprimido que se genera acarrea niveles considerables de condensación de agua en el interior del tanque de almacenamiento.

Dicha situación es contraproducente, ya que fomenta la contaminación del aire comprimido y de la respectiva línea de aire, el crecimiento de microorganismos, o la corrosión – oxidación del revestimiento interno del tanque. Frente a ello, se debe considerar el uso de filtros de humedad, deshumedecedores y/o trampas de agua y a la vez, se hace imprescindible cumplir eficientemente con la purga periódica del equipo para eliminar la humedad y agua condensada.

El purgado se debería realizar al finalizar el turno de atención, teniendo la línea de aire cargada y la compresora apagada (desconectada). Se acciona cuidadosamente la válvula de purga ubicada en la base del tanque de almacenamiento para promover la salida brusca del aire comprimido del tanque y expulsar con ello la humedad y el agua residual. Es necesario considerar que esto producirá ruido, por lo que se recomienda realizarlo con los respectivos equipos de protección personal; y que se ensuciará la zona, por lo que se recomienda realizar una conexión de salida conveniente para facilitar la maniobra, o instalar un sistema automático de purgado. Para concluir se debe cerrar en el sentido antihorario la válvula de purga.

Es imprescindible, por lo tanto, purgar con frecuencia la compresora dental incluso si la labor se da en un clima seco. Es decir, el purgado debe ser una práctica habitual en todo centro dental, lo que variaría es la frecuencia del mismo, siendo que a mayor humedad relativa, mayor frecuencia en el purgado:

Humedad relativa del ambienteRango (%)Frecuencia de Purga Recomendada
Baja 0% a 30%Cada 3-4 días
Media31% a 60%Diaria o cada 2 días
Alta61% – 100%Diaria


10. ¿Cómo rentabilizar la inversión en la compresora dental?

A fin de gestionar inteligentemente la inversión y los egresos en la empresa dental para asegurar una óptima dotación de aire comprimido, es necesario cuestionar el supuesto ahorro de adquirir una compresora de mala calidad, o una que trabaje con aceite, que sea bulliciosa, etc. En el común de los casos, dicho intento de ahorrar termina generando mayores egresos en mantenimiento, refacciones y en los perjuicios del impacto negativo que dichas falencias generarán en el futuro,

En dicho sentido, también es fundamental priorizar el esfuerzo en la realización de mantenimientos preventivos a tiempo y más bien, no esperar a que la compresora falle para recién actuar, a través de correcciones o refacciones.

Por otro lado, tener presente que las compresoras más avanzadas usan tecnología de velocidad variable, lo que ajusta el consumo eléctrico en función de la demanda de aire y reduce costos y emisiones de carbono.


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